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Startupismo - Paso 4: Aviéntate


PASO 4:

Hay muchísimas razones por las cuales renunciar a tu empleo y comenzar tu proyecto, pero tienes que estar completamente seguro de que eso es lo que quieres, ya que no es nada fácil.

Nota del autor: si renuncias a tu empleo y terminas viviendo debajo de un puente, no me hago responsable, yo sólo escribí este libro para ayudar.

¿Qué se necesita para decidir aventarte y emprender?

¿Eres bueno para algo? ¿Tienes un talento para algo en particular? Entonces ya puedes gran parte de lo que se necesita para emprender.

Hay mucha gente que ha tenido éxito y la verdad es que no necesariamente tienen un súper talento tipo Einstein. Si tú sientes que tienes un talento especial para algo, ese talento y una pizca de determinación y voluntad, es suficiente para que puedas generar riqueza para ti mismo, sin necesitar de un jefe que te diga qué hacer. No digo que el talento hará que pasen cosas, necesitas chingarle mucho a que tu talento se convierta en cosas tangibles, en dinero, pues.

Gobierno - Empresas - Personas.

En esta era las corporaciones tienen el poder para hacer cosas que antes sólo podían hacer los gobiernos. Es decir, las empresas pueden hacer cosas grandes, que antes sólo el gobierno podía lograr.

Y ahora los individuos pueden hacer lo que antes sólo podían hacer las empresas.

Una sola persona puede generar cantidades estratosféricas de dinero y movimientos sociales globales sólo con el uso de internet. La tecnología está haciendo que cada vez tenga mayor valor la creatividad y talento, y no tanto la infraestructura.

Una sola persona puede cambiar el mundo. Solo basta ver el poder que tiene un youtuber, si alguien que tiene millones de seguidores saca un video, puede hacer que mucha gente se entere de algo, y si dice que estará en el centro de la ciudad, puede causar un caos vial, y hasta podría iniciar un movimiento en la vida real, y no nada más en la vida virtual.

¿Alguien que trabaja por su cuenta es un emprendedor?

¿Eres freelancer? ¿trabajas por tu cuenta? Entonces eres un emprendedor, sólo le falta un twist a tu estrategia.

Ok, llevas años trabajando por tu cuenta... ¿Qué hacer ahora?

Una de las cosas que puedes hacer es dedicarte a generar valor para la industria a la que perteneces. No se trata de que te inventes una industria nueva o que tengas que crear necesidades que no existían, sino que sólo debes echar un vistazo al medio en el que te desenvuelves y crear un producto que solucione los sistemas de esa industria.

Puedes crear un producto que mejore la vida de los que ahora son tu competencia, por ejemplo. Piensa en todos los huecos que tiene tu industria e inventa algo para que las cosas funcionen mejor, pero asegúrate que la gente realmente lo necesite y puedas terminar cobrando buen dinero a cambio de facilitar las cosas para esa gente que hace lo mismo que tú.

Mete en una licuadora tu experiencia, tus talentos, tus fracasos, y mézclalo todo con un poco de visión hacia el futuro, preguntándote ¿hacia dónde va mi industria? ¿qué problema puedo solucionar y cobrar por ello? ¿cómo puedo ser disruptivo?

El chiste es que mejores la industria en la que te desarrollas y hagas productos para los que ahora son tus competencias.

Ok, puedes ser muy feliz en tu empleo pero te puedes arrepentir después...

Sí. Aunque suene a cliché, mejor arrepentirte de haber hecho algo, que de no haberlo intentado.

Mucha gente que tiene un trabajo estable, en el fondo desearía ser dueño de su tiempo y su empresa. Saben que después de décadas podrán jubilarse y descansar, pero también saben que siempre se quedarán con la duda:

¿Y si hubiera puesto mi negocio? ¿Y si hubiera intentado vivir de mis verdaderas pasiones?

Saben también que mientras más tiempo pase, menos energía tendrán y más difícil será emprender su proyecto.

Algo importante: si no te sales de tu trabajo porque te va muy bien de dinero y crees que por tu cuenta no tendrás acceso a un sueldo como el que tienes ahora, te diría que es mucho más probable que alcances tus metas económicas vendiendo tu propio producto que el producto de alguien más.

¡Oh, Jack Ma, cuánta razón tienes!

Ese chinito sí que se la sabe…

El empresario chino Jack Ma, tiene un discurso que dice algo así:

Antes de los 20 años, estudia.

De los 20 a los 30; trabaja para alguien, no importa la empresa sino el jefe, aprende de él y de la pasión que tiene por su proyecto.

De los 30 a los 40; comienza con tus proyectos, emprende, experimenta, fracasa.

De los 40 a los 50; pon la energía en donde hayas visto que está tu talento, haz lo que mejor sepas hacer.

De los 50 a los 60; rodéate de jóvenes, enséñales, pasa tu legado a la nueva generación.

De los 60 en adelante; disfruta la vida”.

¿Es difícil emprender?

Emprender es un deporte extremo.

Tener tu propio negocio y hacerlo crecer es muy difícil, es mucho trabajo, requiere todo tu coraje y voluntad. Mucho más del que crees.

No hay emprendedor que no haya sufrido por lo menos en algún momento en su camino.

De la misma forma que un alpinista aprende a dar un sólo paso a la vez sin detenerse, emprender requiere una gran fortaleza.

En mi opinión, los grados de riesgo en la vida son en este orden:

Deporte, deporte extremo, trabajo de riesgo, emprender.

Boostrap:

Bootstrap quiere decir empezar tu proyecto sin dinero.

Casi todos los emprendedores cuando les preguntan qué necesitan, piden dinero como si este fuera el único detonante que permitiera el éxito de su proyecto. No.

Cuando creas tu empresa sin ayuda económica debes utilizar algo que tiene mucho mayor valor que el dinero: la creatividad. Mientras más avances sin dinero, sabrás con mayor seguridad cómo utilizar los recursos cuando estos lleguen.

Así que sigue avanzando en tu proyecto y no te quedes detenido cuando aparentemente no puedes seguir sin recursos. Siempre podrás seguir más de lo que crees, no te sientas mal por no tener dinero, es la fase en donde aprendes las verdaderas necesidades que tiene tu proyecto. De esa forma, cuando llegue el dinero, sabrás perfectamente cómo y dónde gastarlo. El no tener dinero es una buena herramienta, aguanta la vara.

¿Entonces todos deberían renunciar a su chamba?

No todo se trata de renunciar a tu trabajo y poner un negocio. El término Intra-Emprender quiere decir que puedes emprender sin salirte de tu empleo.

Hay empresas muy receptivas que promueven el emprendimiento entre sus empleados, los incitan a desarrollar proyectos internos que mejoren los procesos de la compañía.

Puedes emprender un proyecto propio sin salirte de tu empleo. Puedes trabajar en él los fines de semana y en las noches. Llegará el momento en que tendrás que decidir si deseas seguir en el trabajo que tienes o dar el paso a dedicarte enteramente a tu emprendimiento personal.

Emprende donde estés, aunque seas empleado. Eso no debe detenerte.

Spin-off:

Spin-off es como cuando un vagón se independiza del tren al que pertenecía originalmente y forma un nuevo tren.

Muchas veces ocurre que alguien encuentra una solución que beneficia a la empresa en la que trabaja y, como esa idea puede funcionar para muchas empresas más, el creador de la idea decide sacar públicamente el producto a la venta.

O sea, lo que comenzó como una herramienta para una empresa, ahora es una empresa independiente.

Inclusive puede darse el caso de que tu jefe del trabajo te apoye al grado de asociarse contigo para vender el producto a otras empresas, y también se han dado casos en los que abandonan la empresa original y se dedican enteramente a la idea que generó el empleado.

Así que no hay pretexto, puedes emprender tu proyecto aunque lo hagas primero de a poquitos y después le vayas poniendo más energía, conforme vaya avanzando y generando dinero. No tienes nada que perder!

Carreta - Coche:

Antes de que existiera el automóvil la gente se transportaba en carretas tiradas por caballos. Las últimas carretas que existieron eran muy cómodas, ya contaban con todos los lujos y detalles como direccionales, frenos, llantas de caucho, espejos retrovisores, etc.

Cuando salieron los primeros autos no servían bien, se descomponían, se calentaban, eran incómodos y pesados… mucha gente prefería ir en carreta que en coche.

Quizás los coches eran mucho menos cómodos que los carruajes pero… ya eran coches.

Lo mismo sucede cuando tienes un empleo; todo es comodidad, tienes tu cheque seguro, tienes la certidumbre de que pagarás la renta y los gastos —es como tener una carreta—.

Emprender es como tener un coche; es incómodo, riesgoso, difícil… pero, por más destartalado que esté, ¡ya es un coche!

Si siempre has querido tener un coche y tienes una carreta, ¿qué esperas para dejar esa comodidad y emprender la aventura de tener un coche por más destartalado que esté?

El puente de cristal.

Imagina que quieres cruzar al otro lado de un acantilado pero al echar un vistazo, no ves que haya un puente para cruzar.

Un viejito sentado a la orilla te dice “sí hay puente, pero es transparente, debes confiar y dar un paso largo, de ese modo sabrás que el puente existe”.

Volteas a ver y sólo ves un acantilado enorme… debes dar un paso con el riesgo de que si no hay puente te vas a romper en mil pedazos...

Cuando dejas tu trabajo para dedicarte a lo que deseas, estarías dando ese primer paso.

Te armas de valor, das ese primer paso con todo el miedo del mundo y de pronto, pum, sientes que estás tocando el puente.

Al dar el primer paso, te das cuenta de que el puente existe —aunque tal vez no sea el puente más estable—, de hecho se moverá muchísimo mientras lo cruzas. Pero ya sentiste que hay puente y que el atreverte a dar el paso no era tan dramático como pensabas.

En la vida de emprendedor, el puente está representado por personas y eventos que te ayudan a que logres tus metas. O sea, al principio no sabes si tu proyecto es suficientemente sustentable como para que abandones tu trabajo, pero nunca lo sabrás si no te decides a empezar. Y una vez que renuncias y arrancas tu proyecto, vas conociendo personas clave que representan un avance para tu empresa, mentores que te aconsejan, sucesos que te inspiran, gente que te apoya, ese es el puente que no veías porque estabas en tu mundo de empleado.

Siempre pasa algo y sobrevives. Además, la vida es muy corta como para perderte de la aventura.

¿Qué tiene de malo ahorrar?

Nada, pero nadie se ha hecho millonario ahorrando. Quien no arriesga no gana.

Ahorrar no da dinero, para hacer mucho dinero debes invertir, arriesgar, mover la lana, jugar con ella.

Yo digo que no seas codo, avienta el dinero como si fueran semillas, en lugar de tenerlas guardadas, ya que ahora es cuando tienes la energía de hacer algo con ellas, aprovecha tu momento!

La peda en la boda.

Un día estás en una boda y conoces a dos personas en la mesa que te tocó.

Juan Pérez dice “yo estudié tal carrera y después decidí estudiar una segunda carrera, luego conseguí un empleo, después viajé a otro país y tomé otro empleo, pero no me gustaba y cambié de país y de empleo nuevamente, después regresé a mi país de origen, me casé, tuve 2 hijos, emprendí un negocio, fracasé y puse otro negocio, después volví a salir del país, y he vivido muchas cosas todo el tiempo”.

Después Pedrito Godínez dice “yo estudié administración de empresas, entré en la compañía de mi papá y llevo 20 años encargado de la compañía y cada vez logro que haya más ventas… y ya”.

Después de eso hay un silencio.

¿Con cuál de las dos personas te darían más ganas de platicar?

Es mejor platicar con alguien que estuvo arriba y abajo y del lado izquierdo y del derecho, la vida es una aventura y hay que vivir lo más posible. ¿Qué tipo de vida quieres contar cuando seas viejo? Yo en lo personal, prefiero poder contar que hice de todo, creo que me sentiría mucho más completo y conforme de morirme si aproveché mi vida al máximo, independientemente de cuánto dinero haya tenido en la bolsa.

Lo que dicen las mamás cuando su hijo les dice que quiere emprender:

Ay, mijito, mejor consíguete un trabajo real, me da miedo que te pase lo mismo que a tu tío Nacho...

En ese caso tú dile: ¡Pues a mí no me da miedo, mamá!

No le hagas caso a tu mamá y a otras personas con miedo.

No hay peor influencia que alguien que tiene miedo, alguien que no estaría dispuesto a alejarse de la seguridad.

Escucha a otros emprendedores que te sirvan de inspiración y te aporten coraje, no temor.

Acércate a tu miedo, abrázalo. Es una herramienta, una guía, un motor.

Importante: Si sientes nervios es que estás haciendo algo que vale la pena con tu vida.

Ser valiente:

Generalmente, la gente cree que alguien valiente es quien no siente miedo.

Pero no, alguien valiente es quien siente miedo, pero actúa aún cuando se está cagando de miedo.

Renunciar a tu empleo requiere que practiques el desapego.

Una vez que estás emprendiendo debes estar dispuesto a dejar ir, es decir, debes dejar de pensar en lo que “hubiera sido seguir con tu empleo”. Ya no lo tienes, deja de pensar en él. Quizás estarías más cómodo, pero no sentirías la aventura de hacer crecer tu propio proyecto [o irte de hocico al intentarlo, verdad?].

El desapego es un músculo que se puede ejercitar, es una herramienta que te ayudará en los momentos difíciles.

Debes dejar ir todo lo que te impida avanzar en tu proyecto. O sea, casi todo.

Ya. No tienes chamba. Dalo por hecho. Ahora no te queda otra más que seguir avanzando. Olvídate de tu pasado, sólo mira enfrente y sigue dando pasos desapegadamente.

¿Qué le dirías a alguien que está dudando si emprender o no?

Mira, si estás decidido, agárrate la entrepierna y aviéntate al vacío.

La gente se lo piensa demasiado para aventarse a comenzar con su proyecto. Esperan tenerlo tener el terreno idóneo para emprender y empezar tu negocio, quieren arriesgar lo menos posible y eso hace que pase y pase el tiempo. Quieren tener todo súper preparado y listo para “llegar y ser jefes de su empresa”.

Pero la verdad es que emprender es difícil y mientras más joven seas, mayor energía tendrás para invertirle el tiempo que requiere. A veces lo único que necesitas es aventarte y en ese momento es cuando te enteras realmente lo que es emprender y solucionar los problemas del día a día.

Ejemplo del paso 4 con el proyecto de fric martinez:

En el momento que me di cuenta que estaba ayudando a los creativos a conseguir trabajo, me sentí increíblemente bien conmigo mismo, llenó un espacio que necesitaba en mi vida, darle un sentido mayor que sólo sobrevivir o hacer dinero por el dinero. Así que no dudé ni tantito aventarme a entrarle de lleno al proyecto. Después me di cuenta que sería muy difícil hacer dinero con ese proyecto, o que simplemente no era el momento, así que conseguí otra forma de tener ingresos, y luego otra forma y otra más… el chiste es que no se me habría abierto el panorama si no me hubiera aventado.

De hecho me he aventado dos veces al vacío en mi vida: cuando dejé mi chamba súper bien pagada para empezar mi empresa organika, y cuando me aventé al vacío al salirme de organika para emprender muchas otros proyectos. De hecho, vivo en una eterna caída libre y está genial.

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